El peculiar nacimiento del emperador Carlos I de España y V de Alemania en el retrete de una fiesta

Carlos I de España y V de Alemania en un retrato.

Andrea Blez

28 de febrero de 2025 13:30 h

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El 24 de febrero de 1500 vino al mundo, Carlos I de España y V de Alemania, que sería uno de los monarcas más notorios de la historia de España y de Europa, al ser soberano de los territorios que comprendían entonces la corona española y también emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

A pesar de la notoriedad de su figura, el nacimiento del que sería rey de España y emperador alemán no fue característico de su posición ni tampoco lo que era habitual en esa época entre hijos de reinas y herederos a un trono, pues tuvo lugar en una letrina en medio de una fiesta en un palacio.

Carlos I de España y V de Alemania nació en una letrina

La noche del 23 de febrero de 1500 tenía lugar una fiesta en el Palacio de Prinsenhof, en la ciudad de Gante, ahora Bélgica, y el archiduque Felipe de Austria, conocido como Felipe ‘El Hermoso’, era uno de los invitados. Pero a pesar del avanzado estado de gestación de su esposa, la archiduquesa Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos, esta insistió en acompañarlo.

Juana, también conocida bajo el sobrenombre de Juana ‘La Loca’, no quiso dejar solo a su esposo y se presentó en la fiesta en Prinsenhof con su avanzado embarazo del que sería el heredero a la corona española y el imperio germano y más tarde rey y emperador, lo que provocó que el nacimiento de este fuera de lo más peculiar.

Y es que Juana, que tenía entonces 21 años, sintió dolores en el vientre pasada la madrugada, por lo que decidió retirarse hasta la letrina, pensando que se trataba tan solo de una indisposición. Nada de eso, se trataba del aviso del nacimiento de su hijo, al que daría a luz sola, sin poder avisar tampoco a sus doncellas.

El inusual parto de Juana de Castilla sin ayuda ni testigos

Así, el futuro Carlos I de España y V de Alemania vino al mundo en una letrina del Palacio de Prinsenhof ese 24 de febrero de 1500. Era el segundo hijo de Juana de Castilla y su parto se produjo de una manera nada habitual a como se hacía entonces, cuando las mujeres de la corona daban a luz ante testigos que pudieran testificar sin intermediarios el nacimiento del heredero o heredera.

El peculiar alumbramiento de Carlos I de España y V de Alemania, además, daría lugar a ciertos retrasos motores en el crecimiento del bebé y crisis epilépticas que lo acompañarían de por vida, generadas por una retirada repentina de la comprensión inducida por el tránsito natal y que fue una de las consecuencias de que Juana de Castilla diera a luz sola, sin ayuda, en un sitio poco preparado para ello.

A pesar de todo ello, Carlos I de España, que fue coronado con 17 años y sin conocer el idioma castellano, llegaría a reinar sobre un imperio que albergaba varios territorios como el reino de Nápoles, las colonias americanas y de la India, así como los que incluía en el centro de Europa el entonces Sacro Imperio Romano Germánico.

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