En los voraces ojos de la gente
EN LOS VORACES OJOS DE LA GENTE COMO TÚ, UN ANIMAL SOY DE COSTUMBRES Hoy he soñado lo inimaginable para alguien que me conozca, que llevaba la friolera de dos meses largos sin escribir una sola línea (¿puede Otramotro contravenir, durante tanto tiempo, la sentencia o el hábito recomendado por Cayo Plinio Cecilio Segundo, más conocido