Faltan dos días para que de comienzo el partido más decisivo hasta la fecha en la temporada tan irregular y de contrastes del Real Madrid, y todavía no sabemos si Cristiano Ronaldo podrá llegar o no a tiempo al choque ni qué actitud tomarán tanto él mismo como el club respecto a que fuerce de su microrotura de fibras que se hizo ante el Villarreal hace ya varios días. Porque parece bastante claro que, de jugar, CR7 forzará una lesión que existe y que se intentó minimizar u ocultar, y que todavía a día de hoy no tiene ni plazos de recuperación fijos ni desprende una información clara acerca del estado del jugador.
Sobre el asunto hay infinidad de versiones, dependiendo de a qué fuente consultemos, y eso sigue ofreciendo, tal y como venimos contando en los últimos días en DB, una imagen paupérrima de los servicios médicos del Real Madrid, de descontrol por parte del club y de oscurantismo generalizado, elementos, todos juntos, que sólo contribuyen a mantener al aficionado en tensión y sin saber muy bien qué pensar, listo para criticar el proceso si algo va mal el miércoles ante el City.
Pero pasemos al análisis. Según lo que se deduce del club, la postura ‘oficial’ por decirlo de alguna forma, es que Cristiano avanza rapidísimo y muy bien en sus plazos de recuperación y podrá jugar ante los ingleses en la vuelta de semifinales. Se le pudo ver tocando balón y entrenándose junto al resto de sus compañeros en la última sesión, algo que sin duda parece positivo. Estas imágenes contrastan con las declaraciones de uno de los miembros del cuerpo médico de la selección portuguesa, donde ven todo desde la distancia y con evidente preocupación por la cercanía de la Eurocopa.