Espacio de opinión de Canarias Ahora
Soria, Chira y Las Niñas
Europa atraviesa un momento convulso, plagado de incertidumbres, inseguridades y amenazas. Esto, unido a la emergencia climática, nos sitúa ante una coyuntura crucial para definir nuestro futuro. En este escenario Gran Canaria dispone de un proyecto fundamental para su desarrollo sostenible y la generación de miles de empleos verdes y cualificados. El modelo de ecoísla se afianza cada vez más como un instrumento capaz de garantizar la sostenibilidad social y económica y la seguridad energética, hídrica y alimentaria de nuestra isla en una proporción importante. No hay otro camino. Lo que está en juego es el futuro de los hombres y mujeres de Gran Canaria. Por eso es tiempo de responsabilidad y de actuar. Estamos preparados para dar el salto hacia un futuro sostenible.
En estas circunstancias esta isla nuestra cuenta por primera vez con un gran proyecto de economía verde -el Salto de Chira-, eje de la diversificación económica, ya que gira alrededor de factores clave de la economía del futuro, especialmente en islas como las nuestras: el agua, la energía renovable, el sector primario, la reforestación y la lucha contra los incendios, la investigación y la innovación, el empleo verde, la seguridad, etc.
El pasado viernes, día 28 de marzo, tuve ocasión de explicárselo con detalle a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica de España y a la presidenta del Banco Europeo de Inversiones. Aportaron todos sus conocimientos y experiencias también los técnicos del Consejo Insular de Aguas y de Red Eléctrica de España que estuvieron arropados por su presidenta, Beatriz Corredor. Sara Aegesen y Nadia Calviño coincidieron en afirmar que estaban ante un proyecto estratégico que debería ser replicado en otros territorios insulares de la UE.
Como he señalado en otras ocasiones, y vuelvo a insistir en ello, Salto de Chira es el mayor proyecto de transición ecológica y lucha contra el cambio climático de Canarias y, sin duda, uno de los mayores de España. Es una iniciativa que el Cabildo de Gran Canaria impulsa desde hace más de una década y que en los últimos años hemos ido mejorando y actualizando en colaboración con la empresa REE, designada por el estado para desarrollar este proyecto, a partir de una concesión del Cabildo de Gran Canaria para el uso de las presas y las infraestructuras hidráulicas de propiedad insular.
Con esta infraestructura, podrá almacenarse en las presas la energía limpia de la isla. Y la que no se utilice o sea excedentaria servirá para bombear el agua hasta la presa de Chira. Cuando se necesite se producirá un salto hacia la presa de Soria y generará energía verde para utilizarla en toda la isla. Esta inversión de cerca de 600 millones de euros es el corazón de la transición energética y ecológica de Gran Canaria ya que aumentará la penetración de energías renovables en un 36% y será en la práctica una gran pila de almacenamiento para lograr que, a partir de 2027, entre el 51 y el 70% de nuestra energía eléctrica sea de origen solar y eólico. Contribuirá a reducir un 20% las emisiones en la isla, reducirá el coste anual del sistema en más de 120 millones de euros y ya está ejecutando en el Barranco de Arguineguín la mayor restauración de un espacio natural en Canarias. Salto de Chira supondrá una garantía frente a los efectos del cambio climático, cumpliendo con los Acuerdos de París y conforme a los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno de España, en el camino hacia la urgente descarbonización y gracias al aprovechamiento de las energías limpias.
Dentro de la extraordinaria historia del agua en nuestra isla, existen unas infraestructuras que destacan por encima de las demás: las presas y los embalses. Gran Canaria es uno de los territorios del mundo con mayor densidad de grandes presas, es decir, tiene uno de los mayores números de ellas por kilómetro cuadrado. En nuestra isla se registran 172 presas, de las cuales 70 tienen la consideración de grandes presas, denominación aplicada a aquellas obras hidráulicas de retención de aguas superficiales con más de 15 metros de altura y las que, teniendo una altura comprendida entre 10 y 15 metros, tengan una capacidad de embalse superior a 1 millón de metros cúbicos. Es la mayor red de infraestructuras llevada a cabo en Canarias, con una enorme inversión realizada por nuestros antecesores y que hemos heredado con la oportunidad de lograr el máximo aprovechamiento de ellas: almacenar agua y, a partir de ahora, energía.
Toda la población de Gran Canaria reconoce los hitos constructivos de las presas de Chira y de Soria como parte querida de nuestro paisaje, del acervo identitario de las mujeres y los hombres de nuestra isla, por ser además lugares de acampada y de ocio y recreo en la naturaleza. También se consolidan como las mejores muestras de nuestro patrimonio hidráulico y del esfuerzo casi sobrehumano que la sociedad canaria realizó durante siglos para proveerse de agua. Ahora están viviendo una nueva fase que les permitirá desarrollar todo su potencial al posibilitar la ejecución de un aprovechamiento hidroeléctrico por el desnivel existente entre sus embalses. Esta central hidroeléctrica va a hacer posible renovar y revalorizar nuestro patrimonio hidráulico con una central pionera que nos situará a la vanguardia de Europa, respetando los valores paisajísticos y naturales de las presas de Chira y Soria y los barrancos que las alimentan así como ayudándonos a combatir el cambio climático y haciendo de la isla un territorio más sostenible y resiliente.
Salto de Chira es un proyecto de todos y todas. Cuenta con el apoyo mayoritario de las fuerzas políticas, de organizaciones sociales, instituciones y hombres y mujeres de la ciencia y la investigación o personas significadas del movimiento ecologista así como de una amplia mayoría social, que apoya de manera explícita la ejecución de este proyecto.
Curiosamente, durante el proceso de pronunciamientos de la sociedad civil sobre el alcance de este proyecto, tanto el Colegio de Ingenieros de Caminos como los tres expresidentes de Ascan, lo apoyaron, pero no solo eso, sino que dan un paso más allá reclamando duplicarlo con otro salto similar desde la presa de Las Niñas y piden al Cabildo que “acometa también, en el menor tiempo posible los trámites para conseguir el salto Las Niñas a Soria”, con el fin de duplicar la pila de almacenamiento de energías renovables que supone Salto de Chira.
Y el Cabildo esta en ello. Y lo planteé así , como un reto a asumir en los próximos meses, en la visita del viernes 28 al barranco de Arguineguín, a la presa de Soria, y a los túneles, la caverna y la desaladora de Salto de Chira.
En la revisión del PIO se propone “un aumento significativo de los valores de reserva de operación para afrontar variaciones bruscas y no previsibles”, mediante nuevos aprovechamientos hidroeléctricos por bombeo reversible. Además del Salto de Chira, se contempla otro salto de agua desde el embalse de Las Niñas, la posibilidad de crear una central entre las presas de la cuenca de La Aldea y aprovechar los saltos de cotas entre el depósito regulador de aguas de Las Palmas de Gran Canaria y la potabilizadora de Jinámar.
Con respecto al Salto de Las Niñas –construida entre los años 1935 y 1958 y con una capacidad de 5.180.820 m3- a principios del año 2020, el Consejo Insular de Aguas encargó a Granell Ingenieros Consultores un estudio para el “Aprovechamiento Hidroeléctrico Reversible Cueva de Las Niñas-Soria” que contiene la definición de varios posibles esquemas de funcionamiento.
De manera muy resumida, la ampliación natural de Salto de Chira con Las Niñas aprovecha casi todas las instalaciones de Salto de Chira: la planta desaladora y sus instalaciones únicamente necesitarían ampliar los bastidores actuales; el diámetro de la tubería para llevar el agua a Soria está previsto para el aumento del caudal a impulsar y se aprovecharía también la línea eléctrica de evacuación que, con independencia de la solución final, solamente necesitaría repotenciarse cambiando los cables. En resumen, las obras serían las propias del circuito hidráulico y garantizan una mínima afección al entorno en el que se ejecutaría.
Desde el punto de vista del planeamiento, el decreto 41/2010, de 23 de abril, dispone la suspensión, para ámbito territorial concreto, de las determinaciones del Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria, del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Rural del Nublo, del Plan General de Ordenación Urbana de San Bartolomé de Tirajana y de las Normas Subsidiarias de Mogán. También se aprueban las normas sustantivas transitorias de ordenación, a fin de legitimar la implantación de las instalaciones necesarias para el aprovechamiento hidroeléctrico de bombeo reversible de las presas de Chira-Soria y Cuevas de las Niñas-Soria.
Además, esta ampliación permitiría cumplir con la capacidad de almacenamiento a gran escala mínima de 5GWh que necesita Gran Canaria, según establece la estrategia de almacenamiento del Plan de Transición Energética del Gobierno de Canarias. Una solución ideal para cumplir con los objetivos de descarbonización en el año 2040. Ya tenemos la ingeniería inicial realizada, tenemos que sentarnos a hablar con sus propietarios, es preciso poner en marcha todos los procesos de coordinación, convenios de gestión, captación de recursos, etc, pero hay que empezar a andar.
La lucha contra el cambio climático, la desertificación de la isla y la búsqueda de los instrumentos necesarios para avanzar en alcanzar las mayores cotas posibles en la soberanía energética, hídrica y alimentaria de Gran Canaria son objetivos estratégicos irrenunciables del gobierno de la isla. Ni un paso atrás para intentar conseguirlo.
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